Ya no son balas, son tweets
Las redes sociales que ellos alimentaron se les han vuelto en contra. Aquellos universitarios antisistema estudiaron la fórmula magistral que utilizan para disparar contra el enemigo. Ya no hay balas, son tweets. Decías buenos días, y te hacían un trending topic que las aborregadas masas convertían en lapidación. La izquierda es más extrema de lo imaginable a pesar de haberse